¿Podrá Claudia Sheinbaum acabar con el machismo?
By: Miguel Hernandez
(Escucha nuestro audio en Español y Mixteco, variante de Guadalupe Nundaca, 4 min)
El domingo 2 de junio del 2024 marcó historia para México al elegir la primera mujer presidente en su historia. Claudia Sheinbaun, la científica climática de 61 años, ganó por gran mayoría a su principal rival, Xochtil Gálvez, al obtener el 59 por ciento del voto mexicano. En este evento histórico muchos se preguntan si esto puede ser un punto de cambio hacia la conducta de odio hacia la mujer y la violencia de género que existe en la sociedad mexicana.
Un estudio de la biblioteca nacional de medicina mostró que “México es reconocido por tener una de las tasas más altas de feminicidios a nivel internacional, una tendencia que muchos sugieren que está aumentando. Diez mujeres por día mueren por feminicidio en este país latinoamericano”
Estos crecientes índices de violencia contra las mujeres en México son una gran preocupación para muchas mujeres de la cultura latina, ya que muchas sienten que este es un problema que aún no se ha resuelto en la sociedad.
Una sobreviviente de violencia doméstica, mencionó que siente que existe un largo patrón de machismo generacional que vive dentro de la cultura mexicana y que somete a las mujeres a ser víctimas de todo tipo de violencia.
Esta sobreviviente, que pidió permanecer en el anonimato para esta entrevista, también mencionó que ha visto cómo a los hombres les resulta muy difícil cambiar. Ella dice que los hombres que deciden romper el linaje del machismo son marginados y menospreciados por otros hombres de su cultura.
Los investigadores también señalan que “El caso mexicano es de gran interés debido a la cultura del machismo que impulsa la violencia contra las mujeres y el feminicidio, al respaldar tácitamente el control masculino en el hogar y el uso de la violencia contra la pareja y el cónyuge”.
Otros individuos de origen latino han relatado cómo la masculinidad tóxica que existe entre los hombres latinos ha afectado su propia salud mental. Sin embargo, existe optimismo que con la creciente preocupación por la salud mental y con la llegada de la primera presidenta Mexicana, que estas dinámicas cambien.