Cruzando la frontera: la lucha de una familia
Escrito por: Doroteo Rodriguez, Periodista de Radio Indígena
Daniel Hernández y su esposa cruzaron la frontera de México con Estados Unidos por el cerro “Nido de las Águilas” caminando con un “coyote”, una persona que se dedica a cruzar personas. Caminaron dos días y tres noches con el temor de que ladrones les robaran su dinero y que abusaran sexualmente de su esposa. Afortunadamente, lograron cruzar y llegar a El Cajón, California, donde tomaron un taxi con dirección a Oceanside California. Al llegar ahí durmieron en el monte por más de una semana, nuevamente con el miedo de ser encontrados, esta vez por oficiales de inmigración y ser repatriados a México. Después de esos días de espera, por fin consiguieron a alguien que los llevara a la ciudad de Oxnard.
Al llegar a Oxnard, el clima no era muy bueno, había mucha lluvia y se enfrentaron al nuevo reto de encontrar trabajo, lo cual era muy difícil ya que la lluvia no dejaba trabajar a los campesinos. Daniel y su esposa tenían otra preocupación más. Esa preocupación era su bebe de un año y medio de edad. Cuando Daniel y su esposa se fueron a Estados Unidos, ellos tuvieron que dejar a su bebe en México bajo el cuidado de los abuelos de la bebe. Después de un año de espera, finalmente la pareja se pudo reunificar con su niña.
El 9 de mayo del 2010, Daniel recibe la triste noticia de que su mamá se encuentra gravemente enferma y decide salir de Estados Unidos para ir a cuidar a su mamá en México. Fue una decisión muy difícil porque tuvo que dejar a su esposa e hijos menores de edad solos, enfrentándose a la dificultad de sobrellevar sus gastos de renta, pago de su carro y aseguranza.
Daniel permaneció cuatro meses con su mamá y dos meses tratando de cruzar la frontera por Tijuana, pero no lo logró. Lo intentó una segunda vez por Nogales donde se llevó el susto de su vida.Daniel se resbaló cuando descendía después de haber subido el alto muro fronterizo, donde por suerte no perdió la vida debido al fuerte impacto.
El coyote le explicó que cuando lograra bajar del muro del lado de Estados Unidos, que corriera hasta donde estaban las casas y que se escondiera debajo de los carros o en cualquier otro lugar que encontrara y que después llamara a un número de teléfono que le había dado para que lo recogieran. Lamentablemente, eso no sucedió, Daniel al lograr bajar del muro un oficial de inmigración ya lo estaba esperando y lo arrestó.
Después de ser regresado a México, Daniel intentó pasar a los Estados Unidos una vez más. Daniel tenía mucho temor de viajar a lo largo de la frontera mexicana, ya que había escuchado que había muchas bandas criminales del narcotráfico como “Los Zetas”. Daniel tenía miedo de ser secuestrado y de que extorsionaran a su familia por su rescate.
Daniel intentó cruzar la frontera por Agua Prieta, Sonora, en donde él y su grupo de 7 migrantes más fueron extorsionados por una banda criminal en México. Daniel y su grupo tuvieron que pagar 200 pesos cada uno para que los dejaran pasar. Daniel pudo cruzar la frontera, pero fue arrestado una vez más por oficiales de migración que montaban a caballo. Esta vez, Daniel fue encarcelado porque ya había intentado cruzar la frontera varias veces. Daniel fue llevado a una cárcel en Eloy, Arizona.
Cuando Daniel es encarcelado, tiene la oportunidad de tener un abogado que le ofrece la posibilidad de ser liberado en Estados Unidos siempre y cuando pague una fianza de $6,000. El abogado tardó aproximadamente 15 días en pagar la fianza. Ese tiempo se le hizo eterno a Daniel y llegó a pensar que su abogado lo había estafado y que no iba a poder salir de la cárcel. Finalmente, después de 15 largos días y de tan larga pesadilla en la cárcel, Daniel fue liberado y reencontrado con su familia en California. No cabe duda que toda la travesía para llegar a ese punto de su vida y reunirse con su familia fue toda una odisea para Daniel.